Editorial IO 351
Ponemos a disposición de nuestros electores el editorial del nº 351, editorial que trata sobre presupuesto-reivindicaciones, donde se expone que no hay una libertad de decisión propia del estado español al tratar estos asuntos. Recordamos a los compañeros que el Informaciones Obreras se puede adquirir completo rellenando el formulario de suscripción que incorpora nuestra web
EDITORIAL
Presupuestos contra reivindicaciones
El Congreso de los Diputados aprobó por amplia mayoría que los presupuestos presentados por Nadia Calviño pasaran a debate. Por encima del fragor de los enfrentamientos en las Cortes, es bueno citar lo que decía el 18 de noviembre el periodista de La Vanguardia Mariano Guindal, nada sospechoso de tendencias izquierdistas: estos presupuestos corresponden “a la política dictada por el FMI, el BCE, y la OCDE”, y añadía que cualquier gobierno, sea del PP con VOX, del PSOE con Cs, haría los mismos presupuestos. Estos presupuestos avalados por las instituciones de Bruselas, no están dictados ni por Unidas Podemos, ni por Bildu, sino que se han determinado por los dictados de las instituciones del capital financiero.
Es cierto que hay algunos –mínimos– gestos, como el “aumento” del 0,9 por ciento a funcionarios y pensionistas, o subir un poco los impuestos a algunos sectores con más medios. Pero no nos engañemos: son gestos insignificantes. Por ejemplo, subir un 0,9% los salarios de los empleados públicos es renunciar a que recuperen el 8% de poder adquisitivo perdido durante la crisis de 2008-2012. Esto sirve, continúa Guindal para dar “estabilidad política al Gobierno y garantizar la paz social”.
En esta situación, escapa a toda lógica obrera el desmesurado apoyo de UP al Pacto de Toledo, diciendo lo contrario que el año pasado, o el cierre de filas de algunos altos dirigentes sindicales en el apoyo indiscriminado al Gobierno.
Desde este periódico obrero estamos lejos de defender una línea de “cuanto peor, mejor”. Toda medida que respondiera, aunque fuera mínima, a la defensa de los intereses obreros y de la población merecería apoyo. Pero los hechos son los hechos.
En nombre de la lucha contra la pandemia no sólo se atacan y vulneran libertades y derechos –con muy poca o ninguna justificación sanitaria– sino que se atacan a fondo los derechos conquistados, y vacían de contenido los servicios públicos, cerrados a cal y canto a la población con la “atención telefónica” y la cita previa.
Esta es la realidad, toda medida positiva, como el aumento de recursos en sanidad –aumento mínimo en comparación con los más de 25.000 millones recortados durante la crisis– ha sido y es el producto de la movilización incesante del personal sanitario.
Al mismo tiempo, la patronal opera reestructuraciones y ajustes que significan, en particular, en la industria y en la banca, cierre de empresas y centros de trabajo, despidos, la lista es interminable.
Así como en el terreno de las libertades, la cuestión de los presos y del Código Penal… a ello se añade la insoportable situación en la acogida de los inmigrantes y el hecho de que el gobierno “retome” la política del PP de “devolución en caliente”
Es evidente que los problemas son enormes, pero este gobierno va deslizándose, en muchos terrenos, en una línea “continuista” del PP. Y cada vez más son los que se preguntan cuándo (o si) van a derogarse las reformas laborales o la Ley Mordaza.
Por ello, entre las más amplias masas se abre paso la convicción de que sólo la acción independiente y determinada puede frenar las nuevas agresiones sufridas en nombre de la lucha contra la pandemia y avanzar en las reivindicaciones. En la línea de lo acordado en el Encuentro del CATP, hay que señalar que la sumisión al capital financiero y a la Monarquía es el principal obstáculo para avanzar.
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